sábado, 18 de agosto de 2007

Para ella


Hace 16 años, cuando salía de la adolescencia, una bebé me salvó la vida con solo existir. En el instante mismo en que tomó mi dedo índice con sus cinco minúsculos deditos la vida floreció para mí.
Verla crecer fue razón suficiente para enfrentarlo todo. No tengo cómo agradecerle lo que hizo sin darse cuenta.
Ahora es ella quien se enfrenta al mismo mundo que me hizo flaquear, pero cien veces peor, cien veces más complicado, cien veces más desesperanzado. Ser adolescente ahora es más difícil que nunca. Con toda la información a su alcance, las respuestas son más difíciles de encontrar. Su corazoncito está descubriendo lo que es la vida, y también la muerte.
Si de algo sirve, ofrezco la experiencia que tengo. No hay nada, absolutamente nada, de lo que no puedas hablar conmigo. En serio. Si algo puedo decirte a ti, y a todas las adolescentes, es que todo pasa.
Eres una niña con un gran corazón, me lo demostraste muchas veces dándome tu amor incondicional cuando más lo necesité. Ahora, si puedo devolverte el favor, aquí estoy lista para darte lo que necesites, no lo dudes.
No voy a decirte qué hacer, es lo peor que puede uno hacer con un adolescente ¿verdad? Sólo te pido que cuentes conmigo. Yo te apoyaré hasta las últimas consecuencias. Es lo menos que puedo hacer, luego de que me salvaste la vida y que no hice nada para cambiar este mundo, que te heredamos tan estropeado.
Los adultos podemos ser un dolor de cabeza. Pero en su mayoría sólo queremos lo mejor para ti. Mañana lo entenderás todo, lo prometo.

1 comentario:

EDS dijo...

Muy bueno tu comentario, comparto con vos ese sentimiento que solo nos brotar a traves de un hijo o hija. También comparto la preocupación de orientar a nuestros hijos de la mejor manera pues cada vez es más difícil.

Alli de vez en cuanto te leo y te felicito por tus logros...

Un abrazo.