viernes, 18 de julio de 2008
Busted!
Un amigo mío muy observador se dio cuenta que en la foto de una entrada anterior tenía a unas chicas de shorts ajustados de fondo. Mea culpa. Ese día de Guadalupe (iniciando la tradición) andaba en mi rincón favorito de Hooters….
¿Una feminista en tal antro explotación femenina? Si me vieran mis maestras ideológicas me matan, aunque muchas de ellas son lesbianas, entonces quizá les darían ganas de ir, o ya fueron.
Cuando anunciaron que habría un Hooters en Guate, dije, “esa influencia gringa nos sigue corrompiendo”. Pero un día fatídico hubo una presentación a la que asistí por trabajo (y por la cerveza gratis) y el lugar no me pareció mal por dos razones.
Los bares de siempre me estaban como estrangulando. Muchos recuerdos (no todos buenos), muchos amigos (y uno que otro enemigo), muchas tentaciones. Baños sucios a donde no se va solamente a orinar (if you know what I mean), mala comida ó no comida del todo, meseros artistas que se la pasaban platicando y no trabajando, largos minutos de espera para que te atiendan, en fin. Amo ese mundillo, pero a veces es difícil de digerir. En lo personal, me cuesta trabajo saludar a la gente, a veces solo querés emborracharte y ya, sin hacer vida social. Al mandado y no al retozo. Además, si hacés algún clavo (o andás de romances), seguro seguro algún conocido te verá (y hasta te tomará fotos) y empezará a correr el chambre.
En cambio, encontré en Hooters un paraíso impersonal, como MacDonalds ó cualquier centro comercial. Como diría mi amigo JPD, nobody knows, nobody cares. Siempre es gente diferente, en su mayoría treintones que después de la ofi se van echar las chelas y el taco de ojo. También van mujeres que toman con seriedad y sin poses. Nunca me he encontrado a un conocido. Lo malo (pero si estás bolo se vuelve gracioso) son los días de karaoke, la música en vivo de covers mal hechos y los precios más altos; lo bueno es que la comida es rica y los baños siempre están limpios y nadie está haciendo nada ilícito ni cochambroso. Además, hay seguridad en el parqueo y el tira registra por si las armas de fuego.
Lo otro, son las chicas.
Bueno, aquí viene una declaración. Me gustan los hombres (estoy loca por uno), pero siempre he sentido cierta atracción por las chicas. Uf, que difícil fue admitirlo. Según mis amigos, soy una lesbiana reprimida. Siento debilidad especialmente por Madonna (sí, aún ahora que está vieja), Winona Ryder y Carmen Electra. Pensando que quizá ellos tenían razón, una vez acepté cuando una mujer (casada y con hijos pero cachonda) me ofreció un beso en la boca. La verdad no sentí nada, me desagradó su labial contra el mío y ahí murió. Cuando he bailado y manoseado a alguna streaper (otra confesión) lo hice más por curiosidad que por erotismo. Solo pensaba “qué pechos tan firmes, qué cinturita”, mientras ella se hacía como si le gustaba.
O sea, físicamente las mujeres no despiertan nada en mí. Es otra cosa, pura contemplación, o en algunas casos, como mi adorada Madonna, admiración.
Además está el juego erótico de ir a ver chicas con tu hombre, tejer fantasías, sentirse atrevida. Cuando él notó que me gustaba, casi se muere de la felicidad. Claro, deben ser chicas bonitas y tontas que de ningún modo puedan trasladarse a nuestra realidad cotidiana.
Entonces un día Al Día me mandó a cubrir la elección de Miss Hooters, y debo aceptar que fue una velada memorable, con ceviche y cerveza en mano, vimos desfilar a chicas sexys disfrazadas como en las películas eróticas (una enfermera, una policía, una militar, una piloto, en fin).
Con la esperanza de seguir disfrutando la belleza de estas modelos clase B, seguimos asistiendo a Hooters, además, con nuestra Club 21 nos regalaban un pichel. Pero un día, las chicas lindas desaparecieron. Ahora son mujeres promedio (delgaditas, sin tetas ni nalgas, con uñas feas y cepillados caseros), que lo atienden a uno de mala gana y luego quieren 40% de propina.
Ya no hay fantasía. Se acabó la magia.
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12 comentarios:
Excelenticérrimo post, muy autobiográfico y un esbozo de las confesiones que, espero, algún día escribás sin miramientos para nadie. Me lo gocé como no tenés una idea. A mi me gusta fantasear con que mi chica se vuelve stripper o mesera de Hooters. Es duro, hay machismo en mis genes. Qué post más bueno!
Wow chica! Pero pareces otra mientras escribes. No puedo creer que seas la misma persona que trabaja conmigo! Farsantota!! Pareces mosquita muerta cuando hablo contigo! Toda timida. jajaja
Debes ser el tipo de mujer que a cualquier hombre encantaría. Imaginate irte a los strips con tu mariachi! Oye, es un buen tip para mantenerlo vigilado ahora que lo pienso. jaja
León, este tipo de posts son los que más le encantan! cuando no!!!
Másalla
Extrañamos tus historias, las verdaderas...
Bien leerte aquí
Bien!!!
que mal que la dueña de este blog este rodeada de gente como leon o la pau... (asi, en minuscula, para que vaya acorde con su coeficiente intelectual) en fin... es bueno leer tus historias... pero extraño escucharlas en vivo, o ser parte de una de ellas....
Ahora ya no tengo con quien compartir estos hechos de la vida real (snif snif). Creo que si se lo cuento a mis compañeras de oficina, me mirarán con desconfianza en el baño...
Pero siempre estará este blog.
Lo cierto es que muchos pensarán que al fin salí del clóset, pero me vale. La belleza es una, y hau que admirarla siempre.
Anónimo: si no vas a comentar algo bueno entonces no comentes nada pendejo!! y tené los huevos de poner tu nombre al menos!!
Disculpa Jessi que utilice tu blog para insultar a alguien pero me encabrona que lo juzguen a uno sin conocerlo.
Pau: Ah, la verdad, gourmet!
En cuanto al tal Anónimo me imagino que se trata de un frustrado, de esos que merodean la Red para cazar situaciones y comentarios contra los cuales pueden hacer blanco para desahogar sus pobrezas psicológicas. De plano necesita psicólogo, o psicóloga, o un buen garrote (así te vas a componer). Debe ser duro que le digan a uno que dé la cara.
Excelente relato, sea o no autobiográfico, pero no me interesa que sea, me gusta igual que "parezca". El relato me acaparó, es una historia urbana en la que el círculo o retorno al igual nos hace caer en la triste realidad, que de tanto asistir a un lugar, cualquiere que fuera, terminás notando ciertas cosas que al principio no te dabas cuenta, la "REALIDAD". Por ejemplo: Cuando visitastes por primera vez los antros anteriores, te parecieron lo mejor ideológica como economicamente hablando, después te encuentras con algo novedoso que te parece mejor o que tiene otras oportunidades. Todo es como un juguete nuevo al principio y uno viejo conocido después. Renovarse es bueno, Experimentar ayuda al ejercicio de la renovación, pienso. Ahora: ¿CUÁNTOS CLOSET´S TENEMOS QUE PREFERIMOS EL ANONIMATO, QUE SALIR A LA LUZ?,-A VECES SI, A VECES NO SALE-, dirá alguno, TÚ ERES TÚ, que bueno eso. Y como comienza su comentario Villacinda: MÁSALLA, solo que yo digo: AD INFINITUM Y MÁSALLA.
-¡TUVO BUENO EL AGARRON!, vahá-.
Sos grande Jessica, tus relatos siempre me emocionan. Tenés los ovarios bien puestos. El de tus inicios en el feminismo está chilero también.
Ay amiba.... sin con un par de líneas e insinuaciones se te acumula la espuma de la alka-seltzer... IMAGITE q pasaría si posteara mis historias, encuentres y excitantes desviaciones... ufff...
vamos por más diosas decadentes...para no ser del club de los aburridos...
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