miércoles, 13 de febrero de 2008
Pena ajena
Por mi trabajo como periodista cultural en los últimos años he sido testigo de las urgentes necesidades que en este ámbito deben satisfacerse. Es de admirar cómo los artistas y promotores culturales hacen que la oferta cultural crezca día a día, con poco ó ningún apoyo.
Es por eso que, como diría mi abuelita, llora sangre ver al Ministro de Cultura Jerónimo Lancerio mostrarse tan ajeno al ramo que en teoría debería conocer. Se ha dicho que los medios han sido demasiado duros con él, pero creo que el señor solito se presentó cual es (el colmo fue la contradicción que en plena entrevista tuvo con uno de sus flamantes asesores).
Solo puedo imaginar al pobre ministro cuando vio la entrevista ya impresa, me da pena ajena. Para mí que hace falta ser muy ingenuo para creer que puede enfrentarse al a opinión pública tan mal preparado, y tan mal asesorado.
Algunos dicen que sus pobres respuestas no reflejan su capacidad, pero yo opino lo contrario. Si el ministro de economía no pudiera contestar cosas elementales de su especialidad, levantaría sospechas. ¿Por qué tiene que ser diferente con el de cultura?
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